martes, 25 de febrero de 2014

Mi primera carrera - Matadepera 8,7K - 01/05/2013

Aprovechando que estos días estoy resfriado y no salgo a correr (mono que tengo, por Dios), os cuento cómo fue mi primera carrera como corredor popular.

Sucedió el 1 de Mayo de 2013. Llevaba un mes corriendo y ya había logrado hacer 10 kilómetros en más de una ocasión, incluso por debajo de los 50 minutos, así que me animé a correr esta carrera de Matadepera que sería de 10 kilómetros.

Iba con mi cuñado, que se quiso poner en las primeras posiciones y yo me quedé en la cuarta o quinta fila, agazapado entre gente más alta que yo (suele pasarme, no llego al metro setenta), con la mano en el reloj listo para apretar el botón cuando nos dicen que hay una zona embarrada, que han cambiado el recorrido de la carretera y que eso no afecta al kilometraje final. Que haremos dos vueltas a un circuito de 5 km.

Tras un buen retraso, probablemente porque les quedaban zonas por cortar y tráfico que controlar nos dan la salida. La gente empieza a correr como una exhalación, una gran subida que nos lleva al centro del pueblo, y yo con ellos. Para entonces los kilómetros de subida los suelo hacer en 5' o 5'30" el km y en bajada bajo de 5. Sin embargo estoy siendo vapuleado por la gente de alrededor y me doy cuenta de que voy a una velocidad de 4'30" el km, que es muy rápido para el ritmo que yo puedo mantener. Lógicamente el cuerpo enseguida me dice que voy demasiado rápido y poco a poco tengo que ir decelerando. Paso el primer km en 4'40", el segundo en 4'34", el tercero en 4'26" (ya hay más llano y bajadas) y el cuarto en 4'38". Unos tiempos increíbles para mí. A medio km del siguiente paso por meta, sin darme cuenta de que el paso con meta no coincide con los 5 km prometidos.

El cuerpo ya no me permite correr tanto y la segunda vuelta me obligo a ir más despacio. Normal, llevo sólo un mes corriendo y los primeros km he ido por encima de mis posibilidades. Miro el reloj y trato de controlar para no desfondarme. Quiero acabar la carrera, no quiero tener que abandonar, o tener que acabarla caminando. Como digo, paso por la meta, miro a ambos lados, entre la muchedumbre y trato de ver a mi familia. Sé que están aquí. Es mi primera carrera y han venido todos a vernos. Pero no les veo, sólo veo gente que nos anima a ambos lados.

Nos ofrecen agua. Cojo una botella y bebo un poco. No sé si beber más... observo que la gente bebe un poco, se moja la cabeza y tira la botella. Hago lo mismo, pues correr con una botella en la mano no parece demasiado divertido. El circuito se repite y paso el 5o km en 5'02", el sexto en 5'27", el séptimo en 4'52 y el octavo en 4'40" corriendo junto a gente ahogada, pero que aprietan de lo lindo. Sé que podría forzar un pelín más la máquina, pero no me atrevo, pues aún me quedan dos kilómetros. Sin embargo de repente me doy cuenta de que no, que la meta está muy cerca y de que esto se está acabando. Aprieto el acelerador, llega una subida, la de la meta, y hago un sprint, pues el cuerpo aún me permite darle un último acelerón. Adelanto a varios corredores y la carrera se acaba en el kilómetro 8,700.

La gente sin entender dónde está el 1,3k restante, sintiéndose engañados. Al final acabo la carrera con un tiempo de 41'16" y sin saber cómo habría quedado la cosa de haber podido correr 10 kilómetros. La media sale a 4'48" el km y, obviamente, más contento que unas castañuelas.

Tanto Matadepera como Terrassa son ciudades plagadas de subidas y bajadas. Los resultados aquí no son del todo comparables con los que puede conseguir cualquier corredor en ciudades más planas, precisamente porque aquí nos tragamos kilómetros enteros con desnivel. Sin embargo no me importa mucho comparar tiempos con otras personas (aunque a uno le gusta hacerlo por diversión) porque lo importante no es ganar a los demás, ni conseguir récords, sino ganar a uno mismo, que al final es de lo que se trata. Ese día gané una experiencia nueva, y yo quería ganar una marca en 10K, para luego tener una referencia para carreras futuras, pero no pudo ser.

Quedé en la posición 184 de 583, lo que me sitúa en el percentil 31,5. Esto quiere decir que en esa carrera, si corriéramos 100 personas, yo quedaría en el puesto 31-32.

jueves, 20 de febrero de 2014

Entrenamiento en montaña - Cuestas en Mont Rodon

Correr se puede hacer en muchos sitios, siendo los más habituales el asfalto o los senderos de la montaña. Yo tengo la suerte de tener montaña cerca del cole del mayor y en cuanto lo dejo, subo al Mont-Rodon, un pico bajito en Matadepera para el que hay que subir unos 430 metros acumulados (o sea, sumando todas las cuestas).

Me gusta más correr en montaña que en asfalto por varias razones, las técnicas, que en tierra las piernas sufren menos en cada pisada, pues la fuerza al caer se ve amortiguada en parte por el terreno. El asfalto te devuelve todo el golpe. Además la montaña es subir y bajar, y el nivel de esfuerzo es mayor. Vas más despacio, pero la preparación es más importante que corriendo en llano, por una cuestión lógica: cuando ya dominas la montaña (si es que ese momento llega alguna vez), el llano parece pan comido.

Si hablamos de otras razones, pues también las hay, el aire es mejor, no te molestan los semáforos, los coches, las personas que pasean tranquilamente, vas más tranquilo y no tienes que pensar tanto en escoger la calle correcta o evitar baches. Te puedes centrar en lo que viene delante, en echar un paso tras otro, en pensar en algo o en nada o en simplemente disfrutar del entorno natural mientras corres. Y os lo digo yo, correr por la montaña un día cualquiera, una horita, te hace olvidar por un momento el mundanal ruido y te carga las pilas. Creo que en el fondo estamos más hechos para el verde y el marrón que para el gris de las ciudades.

Pues eso, ayer subí a Mont-Rodon y lo hice diferente a lo habitual. En vez de hacer un rodaje normal, fui más despacio en llano y bajadas e hice series de cuestas cuando subía. Vamos, que corría subiendo, cuando no podía más caminaba, cuando recuperaba volvía a correr, y así hasta que llegué al pico de la montaña y bajé, aún dándome la vuelta una vez para subir una cuesta más. En total fueron 6 cuestas, creo, y luego bajar.

Me fue bien hacerlo así porque iba bostezando a correr, o sea, que no era un día para tirar cohetes, y así subí el primer tramo tranquilo, como calentando, luego me he hice las cuestas, y luego bajé también sin darme la paliza.

En Endomondo la cosa quedó así:

Y aproveché para probar un soporte de móvil para grabar, que no es maravilloso que se diga, y la cosa se ve así:

martes, 18 de febrero de 2014

Quién soy

La primera entrada de un blog siempre sirve para presentarse uno, así que eso es lo que voy a hacer. Mi nombre es Armando Bastida, soy enfermero de pediatría, editor en la página de bebés Bebés y más y tengo tres preciosos hijos.

En mis ratos libres, que suelen ser por la mañana cuando la manada duerme, o entre semana por la mañana, una vez el mayor y el mediano andan por el cole, me gusta hacer ejercicio, básicamente algo de gimnasio (siempre me ha gustado) y sobre todo correr, que es el deporte con el que, ahora mismo, más disfruto.

He querido empezar este blog porque a veces necesito, o mejor dicho, me apetece, escribir sobre esto de correr, y en Facebook la gente está como hartita de que les digas "he salido a correr, he hecho tantos kilómetros y he pisado tres piedras con el pie izquierdo", así que además de los foros, queda la posibilidad de escribir en un blog las penas, alegrías y andanzas de un corredor bastante novato, que soy yo mismo.

Empecé a correr en abril del 2013 y durante unos tres meses lo hice de manera más o menos continuada. Participé en algunas carrerillas, llegando a hacer una de 5km en menos de 23 minutos y una de 10km en 48 minutos, más o menos. Luego la desidia se apoderó de mí y dejé de correr, hasta que en diciembre de 2013 me puse de nuevo en serio.

A efectos prácticos, cuento desde entonces, desde diciembre, como el momento en el que me puse a correr de verdad, en serio, de manera más reglada y por fin con una cierta regularidad que me llevó a cometer la locura, un mes y medio después de apuntarme a una media maratón y acabarla en 1h36m31s. Locura, pero de la buena. Locura, pero de las que se disfrutan.

Por eso veréis, y os iré explicando, a medida que vaya posteando, que mis métodos son poco ortodoxos, poco lógicos, y que quizás debería decir eso de "no lo intentéis en casa", porque seguro que cualquier entrenador o entendido se echaría las manos a la cabeza por los entrenamientos o salidas tan absurdas que llego a hacer.

Si queréis compartir mi locura, estáis en buen sitio. Si queréis simplemente entender un poco por qué a uno le puede dar por correr, estáis en buen sitio. Para todo lo demás, pues no sé, no me hago responsable...